Chihuahua, Colima y Nuevo León encabezan una lista de ocho estados que alcanzaron tasas de crecimiento superiores a 4.5% durante el cuarto trimestre del año pasado; sin embargo, tres puntos clave afectan a 21 entidades que presentan bajas tasas de crecimiento.
Con un rezago de casi 4 meses, la semana pasada se publicaron las cifras de crecimiento económico de los estados al cierre de 2015. Los resultados son variados. Por un lado, hay entidades que terminaron el año con altas tasas de crecimiento y, por otro, estados que mostraron una desaceleración respecto al ritmo que habían mostrado en los primeros trimestres de 2015. También hay estados con crecimiento negativo.
De acuerdo con los últimos datos del #SemáforoEconómico, ocho estados de la República alcanzaron tasas de crecimiento superiores a 4.5% durante el cuarto trimestre de 2015, respecto al mismo trimestre de 2014. Esta lista está encabezada por Chihuahua, Colima y Nuevo León, con tasas de crecimiento anuales de 6.8%, 6.2% y 5.9% respectivamente. En perspectiva, el país creció a 2.5% anual en ese periodo.
No existe un común denominador en el tipo de actividad económica que impulsó el crecimiento económico en estas entidades. En Chihuahua, el crecimiento fue impulsado por el sector de la construcción, financiado por el sector privado, así como las manufacturas, y el comercio al mayoreo; en Colima las actividades que mostraron más dinamismo en ese periodo fueron las manufacturas, así como la generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, suministro de agua y de gas por ductos al consumidor final. En Nuevo León, las manufacturas en vez de propiciar crecimiento decrecieron en 2.1% en el último trimestre de 2015, el crecimiento del estado fue impulsado por el sector servicios.
Dentro de los estados con mayores tasas, destacan Nuevo León y Baja California, pues han mostrado consistencia en su alto crecimiento. Nuevo León ha crecido a tasas superiores al 5% desde el tercer trimestre de 2014 y Baja California lo hizo durante los cuatro trimestres de 2015.
Querétaro, Quintana Roo, Tlaxcala y Aguascalientes, que habían mostrado altas tasas de crecimiento en el año anterior, tuvieron una desaceleración en su ritmo de crecimiento al mostrar tasas inferiores a 4.5%.
Es importante mencionar el caso de Chiapas. Después de cuatro trimestres de tasas de crecimiento negativas, Chiapas tuvo una ligera recuperación en el último trimestre de 2015 al crecer 0.7% anual. La mejoría se dio, principalmente, por la recuperación del sector servicios y manufacturero. Si bien es una recuperación respecto a la tendencia negativa que llevaba, aún queda lejos del ritmo de crecimiento nacional.
En cuanto a los estados con peor desempeño en ese periodo, los tres estados que tuvieron tasas de crecimiento negativas fueron Campeche, con -8.1%; Veracruz, con -2.1%, y Tabasco, con -0.1%.
Campeche ha mostrado tasas de crecimiento negativas desde el segundo trimestre de 2014, es el estado que ha decrecido durante más tiempo. Este bajo desempeño económico se debe a la dependencia de su economía en la industria petrolera, cuya producción cayó 8.5%. El sector servicios, a pesar de que ha tenido tasas de crecimiento positivas en los últimos trimestres de 2015 no es suficiente para compensar la caída en el sector minero.
La caída en la producción de Veracruz se debe a la baja en su actividad manufacturera, la cual cayó 17% en el mismo periodo. En cuanto a Tabasco, su producción cayó en servicios, manufacturas y construcción, aun cuando tuvo una mejora en su actividad de minería petrolera.
Los estados que cerraron 2015 con tasas superiores a 4.5% aportan el 20% del PIB nacional. Mientras que los 21 estados con tasas de crecimiento positivas pero inferiores a 4.5% aportan 67.5%. En cuanto a los tres estados que decrecieron, su producción representa 12.5% del PIB nacional.
¿Cuál es la principal restricción al crecimiento de esos 21 estados con bajas tasas de crecimiento? La respuesta está condicionada a cada estado y región. Sin embargo, México, ¿Cómo Vamos? considera que existen tres puntos clave:
- La principal restricción al crecimiento en el sur es la baja productividad laboral. Para incrementar la productividad laboral en el sur es necesario, por un lado, revertir el rezago tecnológico y de infraestructura que existe; y por otro, aumentar el capital humano. Aumentar el capital humano es una tarea de largo plazo, pero que tiene que empezar a atenderse desde ahorita. De no hacerlo, se agrandará la brecha que existe en el nivel de capacidades que tienen los trabajadores del sur con respecto al resto del país.
- Hay estados con alta capacidad productiva que aportan un gran porcentaje al PIB nacional pero que se encuentran estancados en un crecimiento mediocre. Los mejores ejemplos son la Ciudad de México, el Estado de México, Campeche y Veracruz. En estos estados es necesario encontrar las restricciones al movimiento de sus recursos para que se puedan ubicar en actividades más productivas y sofisticadas. Es decir, encontrar las políticas públicas que pudieran permitir que la fuerza de trabajo, el capital invertido y los recursos naturales se utilicen en las actividades económicas que pudieran sacarles mayor provecho.
- La falta de un estado de derecho eficaz es una limitante para el crecimiento en todo el país. De no contarse con instituciones que otorguen certidumbre en los procesos legales y que otorguen transparencia en sus procesos, será muy difícil lograr el ambiente de negocios necesario para la creación y crecimiento de las empresas.
De no tomarse las acciones necesarias para fomentar el crecimiento regional, el país no llegará a la meta de crecimiento y el bienestar de los mexicanos se seguirá posponiendo.
Publicado por Animal Político