En el blog de México, ¿Cómo Vamos? en Animal Político
Veracruz, ¿por dónde empezar?
Por: Valeria Moy (@ValeriaMoy)
México, ¿Cómo Vamos? presenta en este blog una serie de artículos para mostrar la realidad económica de los estados que tienen elecciones en junio próximo, dando una perspectiva de los resultados que han tenido en materia económica en la última administración y de los problemas y oportunidades que enfrenta cada uno. Hablaremos de crecimiento, pobreza, desigualdad e informalidad; variables que afectan la calidad de vida de los habitantes e inciden en el desarrollo del país. Esta semana es el turno de Veracruz.
“Los recursos de Veracruz son enormes, pero aún no hemos generado los incentivos suficientes para que éstos se traduzcan en mayor crecimiento y empleo”.
Javier Duarte, gobernador de Veracruz, en su discurso de toma de protesta.
Vegetación, buen clima, carnaval, puerto, café. Esas palabras vienen a la mente al hablar de Veracruz. O tal vez, eso era antes. Desafortunadamente, al hablar hoy de Veracruz se piensa en otras cosas, la mayoría relativas al ámbito poítico y a la descomposición social que ha vivido el estado en fechas recientes. Aquí nos enfocaremos en la realidad económica del estado, y probablemente no será sorpresa encontrar que también ahí la situación del estado se ha deteriorado.
En su discurso de toma de protesta, el gobernador actual de Veracruz, Javier Duarte, hizo referencia a varios de los indicadores económicos relevantes. Habló de crecimiento, de empleos formales, de productividad, de inversión, de pobreza y de desigualdad. Vayamos dando un avance: en casi todos esos indicadores el sexenio termina peor de lo que inició.
Empecemos con el crecimiento económico. En los cinco años de la actual administración Veracruz creció al 1.6% en promedio anual. Fue el cuarto estado con menor crecimiento en ese periodo, solo después de Tabasco, Chiapas y Campeche. Está también por debajo del promedio nacional, de 2.9%. Veracruz ocupa el lugar 22 entre los 32 estados en términos de PIB per cápita, equivalente a 104,017 pesos anuales, el nacional es de 136, 214.
Para darle cabida a la población que se va incorporando a la población económicamente activa, México, ¿Cómo Vamos? estima que Veracruz tendría que generar 74,700 empleos formales al año. Solo ha generado el 15% de la meta, 11,590 por año. Pero la gente se tiene que emplear, así que si no lo hace en el sector formal, busca opciones en el informal. Y el caso veracruzano lo demuestra. En el discurso citado, el gobernador actual mencionó que se emprendería “un esfuerzo sin precedente de desregulación, que facilite la apertura de nuevos negocios y genere un ambiente propicio para el crecimiento y la expansión de los empleos formales en la entidad”. Cinco años después, Veracruz es el segundo estado en el que más ha aumentado la informalidad, después de Guerrero. En el 2010, la tasa de informalidad respecto a la población ocupada era de 56.9%, hoy es 61%.
No sorprende, entonces que el ingreso de los veracruzanos no haya mejorado. Durante los últimos 5 años, los ingresos laborales de los veracruzanos han disminuido en términos reales 11.7%, lo que ha repercutido en mayor pobreza. Veracruz pasó de tener al 49.1% de su población sin poder adquirir la canasta alimentaria en 2010 a 53% en 2015. Hay más de 4 millones de personas en situación de pobreza, aproximadamente 482,009 más de las que había en el 2010.
En el mismo discurso, el gobernador también habló de la productividad y de sus planes para incrementarla, como crear vínculos entre las PYMES y las grandes empresas y políticas de desarrollo en el sector agrícola. La productividad laboral de Veracruz pasó de $459 a $543 por hora trabajada, un incremento de $85, mientras que el aumento a nivel nacional fue de $99 por hora trabajada. Un estudio a nivel industrial en Veracruz (Zafra, Petersen y Lopes,Enhancing Productivity Growth in Southern Mexico: the Cases of Oaxaca and Veracruz, 2014) encontró que Veracruz tiene una productividad laboral superior a la nacional en algunas industrias complejas, como la industria química, manufacturas a base de metales básicos, y generación y distribución de energía; pero mantiene industrias intrínsecamente no productivas que dificultan el crecimiento de su productividad laboral total.
Las finanzas públicas también han empeorado. Hoy en día, Veracruz es el tercer estado con mayor monto de deuda, después de la Ciudad de México y de Nuevo León. La deuda que Veracruz tiene registrada con la Seretaría de Hacienda aumentó de 21,500 a 45,880 millones de pesos de 2010 a 2015. Como porcentaje de su producción, la deuda pasó de representar el 3.1% de su PIB, a 5% en esos cinco años.
Para ser optimistas e intentar ver el vaso medio lleno, podemos hablar de sus exportaciones, que en los últimos 5 años han aumentado en 1.7 mil millones de dólares, exportándole a Estados Unidos en su mayoría, seguido de Canadá, España y Arabia Saudita.
Es difícil ver el vaso veracruzano medio lleno después de observar todas estas cifras. Veracruz eligirá un nuevo gobernador el 5 de junio. Quien quiera que sea electo, enfrentará retos enormes en todos los ámbitos. Veracruz no tiene pendientes, tiene necesidades urgentes que atender. Está por verse por dónde empezará.