En los primeros tres meses del año, el consumo privado aumentó 0.2% respecto al primer trimestre de 2018. Esta tasa de crecimiento es la más baja observada desde el cuarto trimestre de 2009.
Publicado en Animal Político.
En los primeros tres meses del año, el consumo privado aumentó 0.2% respecto al primer trimestre de 2018. Esta tasa de crecimiento es la más baja observada desde el cuarto trimestre de 2009, y es 1.2 puntos porcentuales menor a la observada en el último trimestre de 2018 y 3.1 puntos porcentuales menor a la del mismo trimestre de 2018.
En los últimos 5 años, la tasa promedio de crecimiento anual del consumo privado ha sido 2.8%.
El 21 de junio se publicaron las cifras de Oferta y Demanda Global de Bienes y Servicios para el 1º trimestre del 2019. Los datos muestran el crecimiento de indicadores como el consumo privado, las exportaciones de bienes y servicios, el consumo de gobierno y la formación bruta de capital fijo.
Además, el consumo de gobierno, es decir, el gasto gubernamental, decreció 1.3% anual y 0.3% trimestral en el periodo. Es la primera vez que el consumo de gobierno decrece en términos anuales desde el último trimestre de 2017. En conjunto, el consumo total, que une el privado y el público, se mantuvo igual al observado en el primer trimestre de 2018. La tasa anual de 0.0% para el consumo es la más baja desde finales del 2009. En cuanto a la exportación de bienes y servicios, aumentó 1.0% anual en el periodo, el menor crecimiento anual desde el tercer trimestre de 2017.
Por otra parte, la inversión en el periodo registró una caída de 3.2% anual, aunque aumentó 0.7% respecto al trimestre anterior. La caída anual observada en el primer trimestre anterior es la segunda consecutiva, después de que en el cuarto trimestre del año pasado la inversión cayera 1.8%. Sin embargo, aunque se habían observado tasas de crecimiento negativas para la inversión en varias ocasiones durante los últimos años, la tasa para los primeros tres meses del año representa la caída más fuerte en la inversión desde finales del 2013.
En particular, la inversión privada disminuyó 2.1% anual en el periodo, y aumentó 0.5% trimestral. La caída de 2.1% es la más pronunciada desde el primer trimestre de 2014, cuando la inversión privada disminuyó 2.2% anual. En el último trimestre de 2018, la inversión privada había caído 0.6% anual.
La inversión pública también registró una disminución, de 11.1% anual, la cual es mayor a la disminución observada en el trimestre anterior, de 9.1%. En los últimos 5 años, la inversión pública ha caído, en promedio, 5.6% anual.
Como proporción del PIB, la inversión también disminuyó en el periodo; al primer trimestre del año, la inversión registrada fue equivalente a 21.6% del PIB nacional, una proporción menor al 21.9% observado tanto en el primer y el cuarto trimestre de 2018. De acuerdo con el observatorio económico México, ¿cómo vamos?, esta proporción debe superar el 24% del PIB, el máximo histórico de inversión que se observó en el cuarto trimestre de 2008. Al no alcanzar la meta, el #SemáforoEconómico de inversión establecido por la organización está en color amarillo.
La mayor parte de la inversión es inversión privada, la cual equivale a 18.9% del PIB. Esta proporción se mantuvo igual a la observada el año pasado, aunque es menor al 19.6% observado a inicios del 2017. La inversión pública como proporción del PIB, sin embargo, cayó 0.3 puntos porcentuales respecto al primer trimestre del año pasado.
Desde finales del año pasado, el desempeño de la inversión en México se ha visto afectada por un entorno de incertidumbre causado por ciertas decisiones del nuevo gobierno, como la cancelación de grandes proyectos como el Aeropuerto Internacional y el impulso de otros como el Tren Maya, la nueva refinería en Dos Bocas y el aeropuerto en Santa Lucía. Además, la economía mexicana se ha visto afectada recientemente por disminuciones en las calificaciones crediticias de Pemex y CFE, además de ajustes a la baja a las perspectivas crediticias de la deuda soberana de México, y disminuciones en las calificaciones crediticias de varias instituciones financieras mexicanas. Aunado a esto, diversos bancos y organizaciones han continuado recortando sus perspectivas para el crecimiento económico del país.
A pesar de esto, en junio de 2019, el sector privado se comprometió a aumentar su inversión en el año, con el objetivo de impulsar la economía mexicana y alcanzar la meta de crecimiento establecida por el presidente López Obrador, de 4% anual. Sin embargo, aún con el compromiso hecho por el Consejo Coordinador Empresarial para lograr que la inversión privada alcance un nivel igual al 25% del PIB, es necesario fomentar un entorno de certidumbre y llevar a cabo acciones que hagan que México sea un país atractivo para la inversión.