Por: Valeria Mendiola (@ValeMendiola) y Valeria Moy (@ValeriaMoy)
En el blog de México, ¿Cómo Vamos? en Animal Político
La ambivalencia de Quintana Roo
Por: Valeria Mendiola (@ValeMendiola) y Valeria Moy (@ValeriaMoy)
México, ¿Cómo Vamos? presenta en este blog una serie de artículos para mostrar la realidad económica de los estados que tienen elecciones en junio próximo, dando una perspectiva de los resultados que han tenido en materia económica en la última administración y de los problemas y oportunidades que enfrenta cada uno. Hablaremos de crecimiento, pobreza, desigualdad e informalidad; variables que afectan la calidad de vida de los habitantes e inciden en el desarrollo del país. Esta semana toca Quinta Roo.
“Creo en el valor de la prudencia y la sensatez, creo en la capacidad de conducir y articular con armonía, el crecimiento y desarrollo humano de nuestra sociedad”.
Roberto Borge, 5 de abril de 2011.
Quintana Roo es un gran destino turístico, sus playas, el azul turquesa del Caribe y sus raíces mayas le dan al estado una vocación de servicios. Este año termina la administración que empezó en abril de 2011, cuando Roberto Borge empezó su gestión como gobernador constitucional del estado. En su discurso de toma de protesta prometió un sexenio incluyente para todos los quintanarroenses, incluso habló en maya para demostrar su compromiso. También habló de prudencia y sensatez y de la importancia de cuidar la salud de las finanzas públicas. Llamó a las diferentes fuerzas sociales para construir una alianza para “superar todo rasgo de pobreza, rural y urbana”.
El crecimiento económico de Quintana Roo durante los cinco años de la administración actual ha sido mayor al promedio nacional. Mientras el país en su conjunto crecía a una tasa de 2.8% en promedio por año, Quintana Roo lo hacía al 5.2%. Es el cuarto estado con mayor crecimiento durante ese periodo, únicamente por debajo de Querétaro, Aguascalientes y Guanajuato, quienes crecieron 6.4%, 5.5% y 5.5% respectivamente. Reconociendo vocaciones productivas distintas, vale la pena mencionar que Quintana Roo se encuentra rodeado de estados con tasas de crecimiento sustancialmente menores e incluso negativas. Este crecimiento se ha traducido en un mayor PIB per cápita, al pasar de $143,584 pesos anuales en 2010 a $151,771 en 2015.
México, ¿Cómo Vamos? estima que para que Quintana Roo pueda darle cabida a las personas que cada año se integran a la población económicamente activa, se tendrían que crear 17 mil empleos formales al año. Tanto en 2014 como en 2015, Quintana Roo rebasó esa meta creando 20,320 y 24,012 empleos respectivamente. La generación de empleos formales vino acompañada de un incremento en la productividad laboral del estado, al pasar de generar $627 pesos por hora trabajada a finales de 2010 a $808 a finales de 2015, así como de una disminución en la tasa de informalidad, de 48.6% a 45.5%, mientras que el país logró disminuirla únicamente de 54% a 53.4%.
Son cifras macroeconómicas atractivas, pero hay enormes diferencias entre los municipios quintanarroenses. Entre 2009 y 2014, Quintana Roo fue testigo de una combinación de municipios cuyo valor agregado crecía mientras otros decrecían. En términos concretos, por ejemplo, mientras el municipio Felipe Carrillo Puerto crecía 62.8% durante dicho periodo, el municipio de José María Morelos, con quien comparte frontera, decrecía 83.3%. El porcentaje de población en pobreza también es abismalmente distinto entre los municipios. De acuerdo con las últimas cifras publicadas por Coneval, el municipio José María Morelos es donde hay mayor pobreza, el 73.2% de su población es pobre. En contraste, el municipio de Benito Juárez –donde se encuentra Cancún– el de menor, con el 26.3% de su población en esta condición.
La pobreza es un mal que atañe a todo el país y Quintana Roo no es la excepción. Las cifras de Coneval muestran que el 42% de la población en México no puede adquirir una canasta básica alimentaria con su ingreso laboral. En Quintana Roo, el porcentaje es menor, el 30.2% de su población es pobre. Sin embargo, en el 2010, sólo lo era el 26.4%. Es decir, hoy hay en Quintana Roo 118,394 personas más en situación de pobreza que las que había en el 2010.
En cuanto hace a variables económicas, el foco rojo que más llama la atención en Quintana Roo es la deuda. En 2009, Quintana Roo empieza una tendencia de endeudamiento importante. Solo entre 2009 y 2010, la deuda del estado se incrementó en 168%. Si bien entre esos dos años se vio el mayor incremento, en cada año subsecuente la deuda ha ido en aumento. Entre 2009 y 2015, la deuda creció casi 500%. A partir de 2010, la deuda de Quintana Roo ha ido creciendo 18% por año en promedio.
En el discurso ya mencionado, el actual gobernador señaló querer “un Quintana Roo fuerte en sus finanzas públicas, con mejor desempeño fiscal”. Hoy en día, Quintana Roo, como proporción de su PIB, es el segundo estado más endeudado, únicamente después de Chihuahua. Su deuda representa 8.6% de su producción, mientras que en 2009 representaba 2.1%.
La deuda en la que están incurriendo los estados es un tema relevante en la agenda económica nacional. No hay claridad ni transparencia en las condiciones en las que se asume esta deuda, ni en el uso que se le da a los recursos. Si bien es un tema que atañe a la mayoría de los estados del país, el ritmo de crecimiento de la deuda de Quintana Roo es importante.
El próximo 5 de junio los quintanarroenses elegirán a un nuevo gobernador.Quien quiera que sea electo, recibirá a un estado que avanza en algunos ámbitos, pero que empeora en otros. Entre otros temas, los estados, particularmente Quintana Roo, deberán de poner énfasis en el cuidado de las finanzas públicas. Y los ciudadanos, exigirlo.