El crecimiento económico de México es uno de los retos más importantes a los que la nueva administración se enfrenta.
Publicado en Animal Político.
Durante 2018, el PIB creció a una tasa promedio de 2.0%; esta es la tasa de crecimiento de todo el año más baja desde 2013, cuando la economía creció 1.6%. El crecimiento observado es menor a la meta establecida por México, ¿cómo vamos? de 4.5% en el año, por lo que el #SemáforoEconómico está en color naranja.
En cuanto a las actividades económicas, las que mostraron mayor dinamismo en 2018 fueron las actividades terciarias: crecieron a una tasa de 2.8%, mientras que las actividades primarias crecieron 2.0% y las secundarias 0.1%.
El crecimiento observado en el 2018 coincide con la trayectoria de los últimos años: las actividades terciarias han crecido 3.3% en los últimos 5 años y 2.8% en los últimos 10, mientras que las primarias han crecido 3.0% en los últimos 5 años y 1.9% en los últimos 10. El desempeño de las actividades secundarias ha sido significativamente más bajo, con crecimiento de 0.8% y 0.5% en los últimos 5 y 10 años, respectivamente.
El pasado 25 de febrero se publicó la información del crecimiento económico de México en el 4º trimestre de 2018. En el periodo, el Producto Interno Bruto del país aumentó 0.2% respecto al 3º trimestre de 2018 y 1.7% respecto al 4º trimestre de 2017, una tasa anual menor a la estimada por el INEGI, 1.9%.
El crecimiento económico de México es uno de los retos más importantes a los que la nueva administración se enfrenta, ya que es una condición necesaria, aunque no suficiente, para lidiar con problemas como la pobreza y desigualdad que persisten en el país. Diversas organizaciones han señalado la importancia de impulsar el crecimiento económico y han identificado catalizadores para lograrlo.
El Fondo Monetario Internacional, por ejemplo, señaló en noviembre que la administración entrante recibiría una economía estable que continúa expandiéndose, aunque a un ritmo moderado. El organismo mencionó la necesidad de estimular la economía de manera que el crecimiento beneficie a una mayor proporción de la población.
De acuerdo con el FMI, la economía de México ha mostrado resiliencia ante circunstancias como la incertidumbre ligada a las elecciones recientes, así como al futuro de la relación comercial con Estados Unidos.
Para el organismo, es importante que la deuda como proporción del PIB continúe disminuyendo. Actualmente, la deuda pública federal equivale a 44.2% del PIB, un nivel similar al que se ha observado desde 2016; en años anteriores, la deuda como proporción del PIB había aumentado de manera sostenida. Además, notan la necesidad de aumentar la recaudación tributaria no petrolera.
Ambas medidas fortalecerían el marco fiscal del país. Esto, aunado a moderación y mejoras en la eficiencia del gasto público permitiría invertir en infraestructura necesaria y otras prioridades.
Un elemento en el que los Directores Ejecutivos del FMI hicieron énfasis en el reporte fue la necesidad de impulsar las reformas estructurales, en particular en el sector energético. Señalaron la importancia de continuar con la participación privada en el sector de petróleo y gas, lo cual atraería inversión al país e impulsaría la producción en el sector.
En 2018 la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) señaló que era importante que el nuevo gobierno de México partiera de la base de las reformas estructurales implementadas, las ajustara, mejorara y complementara con otras reformas en áreas de política pública como el sistema tributario y el mercado laboral.
En el documento de prioridades estratégicas para México publicado por la organización, se menciona también la importancia de fomentar la formalidad con incentivos fiscales y aumentar la participación de las mujeres en la fuerza laboral, entre otras cosas.
Además, se indica que se deben fortalecer las instituciones, aumentar las capacidades gubernamentales a nivel estatal y reformar el sistema tributario de manera que su capacidad de recaudación, eficacia y potencial redistributivo mejoren.
El crecimiento económico observado en el 2018 continúa con la tendencia de los últimos años: en la última década, la tasa de crecimiento promedio ha sido de 2.2%, mientras que la tasa en los últimos cinco años ha sido 2.6%.
Además, en los primeros meses del 2019 las perspectivas económicas para México en los siguientes años han sido revisadas a la baja por diversas organizaciones. Será necesario tomar en cuenta recomendaciones de organismos como los mencionados para diseñar políticas que impulsen la economía y faciliten la solución de los problemas sociales y económicos que afectan a parte de la población mexicana.