Por: Gonzalo Hernández Licona (@GHLicona)
Publicado en el blog de México, ¿Cómo Vamos? en Animal Político.
Ingreso laboral sube, pero cambia de tendencia
Por: Gonzalo Hernández Licona (@GHLicona)
Entre el cuarto trimestre de 2007 y el cuarto trimestre de 2014, el poder adquisitivo del ingreso laboral de los hogares mexicanos cayó en promedio 17.6 por ciento. Diversos factores contribuyeron a este fenómeno. En primer lugar la crisis financiera que redujo el PIB en 6.5 por ciento en 2009. Esta crisis trajo consigo problemas en el mercado laboral: una fuerte reducción del empleo entre 2008 y 2010 (a mediados de 2010 el número de trabajadores con derecho al IMSS seguía siendo menor que a mediados de 2008); el desempleo se duplicó durante ese periodo.
La inflación hizo su parte entre 2007 y 2014. Ésta se incrementó a más de 6.5 por ciento a finales de 2008. Posteriormente estuvo fluctuando entre 5 y 3 por ciento. No sólo eso, a partir de 2007 el país sufrió incrementos importantes del precio de la canasta alimentaria. Entre enero 2007 y enero 2014, la inflación acumulada fue de 34.1 por ciento, pero la canasta alimentaria subió 50.4 por ciento afectando la capacidad de compra de alimentos de las familias.
Sin embargo, el panorama cambió en 2015. La inflación fue menor a 3 por ciento en varios meses entre 2015 y 2016 y la volatilidad del precio de los alimentos se redujo también. En abril de 2017 hubo más de 1.78 millones de empleos respecto a diciembre de 2014 y la tasa de desocupación bajó a 3.4 por ciento.
Como lo muestra la Gráfica 1, el poder adquisitivo del ingreso laboral se ha incrementado desde 2015, aunque sin alcanzar el nivel que se tenía en 2007. Entre el primer trimestre de 2015 y el primer trimestre de 2017 el poder adquisitivo del ingreso laboral de los hogares se incrementó 6.4 por ciento.
2015 y 2016 fueron mejores años que los previos. Pero a pesar del incremento del ingreso laboral de esos dos años, la Gráfica 1 muestra una señal de cautela: desde el cuarto trimestre de 2016 la inflación empezó a impactar negativamente al ingreso laboral. Si bien el ingreso no ha caído como se hubiera esperado dada la inflación de los últimos meses, la tendencia de octubre a la fecha no es la misma que se observó desde 2015. A pesar del incremento del ingreso laboral durante del primer trimestre de 2017, éste es 0.7 por ciento menor que en tercer trimestre de 2016.
¿Cómo podemos leer el inicio de 2017 y qué nos puede esperar durante el año? La inflación ha ido en aumento desde octubre de 2016, pero ésta se aceleró desde el inicio del año. A partir de marzo 2017 ha sido mayor a 5 por ciento. El precio de la gasolina y los energéticos impactaron negativamente a la inflación.
A diferencia de 2008, sin embargo, la actividad económica, así como los precios de algunos productos alimentarios han ayudado a detener la caída del poder adquisitivo, a pesar de la inflación. Abril 2017 registró el mayor número de empleos formales en los registros del IMSS y la tasa de desocupación ha sido la más baja en los últimos nueve años. Lo anterior refleja el crecimiento de 2.8% del PIB en el primer trimestre de 2017, mayor que en 2016. Mientras que la inflación llegó a 5.8 por ciento en abril de 2017, los precios de algunos productos alimentarios como la cebolla y el jitomate, así como de algunos artículos no alimentarios, han bajado respecto a 2016. A pesar del incremento importante en los precios de muchos productos, el valor de la canasta alimentaria ha crecido menos que la inflación en los primeros meses de 2017.
Otro elemento que ha contribuido a mantener el poder adquisitivo a inicios de 2017 fue el incremento de 9.58 por ciento del salario mínimo a partir de enero, que fue dirigido principalmente a quienes ganan ingresos bajos. Lo anterior ayuda a explicar que el Índice de tendencia laboral de la pobreza (ITLP) siga cayendo durante 2017, y que incluso su tendencia descendente no cambie en estos últimos meses, como se muestra en la Gráfica 3.
La señal de prevención de estos datos es que durante los siguientes meses de 2017, la inflación pudiera ganarle la partida a las cifras de empleo, derivado de que la inflación ahora sí se refleje en todos los productos alimentarios. Si esto sucediera sin mejoras en el mercado laboral (empleos y salarios) y sin mantener el crecimiento económico, una parte de lo ganado en los últimos dos años podría perderse.
* Gonzalo Hernández Licona es Secretario Ejecutivo del CONEVAL y forma parte del panel de expertos de @MexicoComoVamos.