Publicado en Animal Político.
De acuerdo con datos del INEGI, la actividad económica dejó de crecer en julio del 2018, inició su descenso en agosto 2019 y en mayo de 2020 registró una caída histórica de 17.3% en términos reales respecto al mes anterior, alcanzando su nivel más bajo en décadas. En estos momentos en que la Secretaría de Economía debiera trabajar a todo vapor para reactivar la economía, se anuncia que se retirarán 3 de cada 4 computadoras a sus trabajadores. La explicación que da su titular, la Dra. Graciela Márquez Colín, es “por austeridad”. Llama la atención que alguien con Maestría en Economía y un doctorado en Harvard no entienda un concepto tan simple como lo es la Productividad Marginal del Trabajo.
Este lunes, una valiente reportera preguntó a AMLO al respecto. Su respuesta va más allá del ridículo: “los que lucharon en otros tiempos por la libertad, a poco estaban esperando tener sus computadoras”. Luego añadió “Que compartan”. Bueno, imaginemos ese panorama en el que los trabajadores se ven obligados a compartir computadora.
Una de las principales labores dentro de la SE es la generación y análisis de datos. Imaginen el esfuerzo para analizar datos cuando no es tu turno para usar computadora: sin Excel, copiando a mano cada cifra, haciendo cálculos de variaciones uno por uno, trazando gráficas a mano.
Algunas presentaciones tendrán que ser en cartulina (no queda claro si habrá presupuesto para plumones de colores y Pritt o si los trabajadores lo pagarán de su bolsillo). La comunicación vía correo electrónico será cosa del pasado, pero veamos el lado positivo, mientras un trabajador espera su turno para usar computadora, puede hacer ejercicio llevando mensajería dentro y fuera de la oficina. Por cierto, el hecho de compartir computadora no tendrá efectos sobre posibles contagios ya que, como ya no hay corrupción, se cuenta con inmunidad moral y nanopartículas de cítricos (estas últimas financiadas por los propios trabajadores).
Los defensores del régimen dirán que es una exageración, que los trabajadores pueden llevar su propia computadora. Es cierto, de hecho, hay quienes ven esto con agrado, me refiero a los rateros que podrán hacer su agosto, sobre todo aquellos que gustan de asaltar a los usuarios en el transporte público. Abrazos no balazos.
La secretaria ofrece a sus trabajadores la opción de comprar la misma computadora que antes usaban por $4,000. En verdad que ya no pueden tratar peor a los trabajadores del estado: les reducen el salario, les quitan seguro médico, les quitan aguinaldo y ahora les cobran $4,000 por trabajar con computadora. Si la Dra. Márquez encuentra que esta medida le funciona, es probable que también pida a sus trabajadores llevar su propia silla y escritorio, o rentar los muebles que hay en la oficina.
Con todo el tiempo perdido al compartir computadora, la productividad de los trabajadores caerá como pelota en escalera. En plena recesión y con la actividad económica en el nivel más bajo en décadas, la dependencia que debería estar trabajando para la recuperación económica tendrá su más baja productividad.
Queda claro que con esta medida de “austeridad” la Dra. Márquez queda bien con su jefe, pero ¿a quién afecta? La baja productividad de la SE afectará a todas las familias que perdieron su fuente de ingreso; a los dueños y empleados de pequeños negocios, fondas, changarros y empresas que necesitan que la economía se recupere; a los trabajadores que viven de propinas que requieren que la gente consuma; a todos los niños y jóvenes que sueñan con mejores oportunidades.
Hay dos explicaciones posibles: La primera es que la titular de la SE no entiende economía básica y, lamentablemente, no cuenta con un colaborador cercano o un familiar que le sepa explicar. La segunda es que entiende perfectamente las consecuencias, pero no le interesa en lo absoluto el bienestar de los mexicanos; ella solo busca congraciarse con AMLO para mantenerse en el privilegio que le otorga su puesto.