Cada trimestre, el Consejo Nacional para la Evaluación de la Política Social (Coneval) publica el Índice de la Tendencia Laboral de la Pobreza, con el cual se puede calcular la proporción de la población a nivel nacional y estatal que no puede adquirir la canasta alimentaria básica con el ingreso proveniente de su trabajo, incluso si le dedicara la totalidad de éste. La canasta alimentaria al tercer trimestre de 2016 tuvo un costo de $942.82 pesos mensuales en las zonas rurales y $1,323.86 pesos mensuales en las zonas urbanas, con incrementos en el precio de 3.46% y 3.25% respectivamente a comparación del mismo trimestre de 2015.
En los últimos 10 años, el valor de los ingresos laborales por habitante han sufrido la caída más fuerte en Quintana Roo, Tamaulipas, Nuevo León, Morelos, Baja California, Tabasco, Guerrero, Veracruz, CDMX y Sinaloa. Tomando en cuenta la misma ventana de tiempo, los ingresos laborales también disminuyeron en términos reales a nivel nacional y únicamente se ha observado un incremento real en 5 estados: Chiapas, Durango, Michoacán, Hidalgo y Puebla.
La caída en los ingresos laborales se ha observado desde la crisis de la Gran Recesión en 2008-2009, y a partir de entonces la recuperación ha sido lenta y gradual, por lo que no se han alcanzado los niveles de ingreso previos a la crisis.