Publicado en Animal Político.
Un dato no es solo un dato. Hablemos de las últimas cifras de empleo formal publicadas por el IMSS el sábado en la noche: durante abril se crearon 30,410 empleos formales. Son registros administrativos, es decir, no vienen de encuestas, ni de pronósticos; es el número de empleos creados. Pero para poder entender ese dato hay que ponerlo en contexto. Sin embargo, es en el contexto donde surgen las interpretaciones.
La creación de empleos formales, como muchas otras variables económicas, está sujeta a cuestiones estacionales. Hay meses donde se crea más empleo y meses en los que incluso se destruye. Así que analizar mes a mes puede resultar sesgado. Sin embargo, hagamos el ejercicio. En marzo de este año se crearon 48,515 empleos, por lo que el dato de abril representa 63% de lo generado en marzo.
Normalmente, en lo que hace a empleo formal, la comparación puede ser más útil si la hacemos anual, es decir, comparamos abril con abril. Este abril se crearon 30,419 empleos mientras que en el mismo mes de 2018 se crearon 87,109. Es decir, se creó solo el 35% de lo generado el año pasado. Aunque tratemos de librarnos de los adjetivos para evaluar el dato, se ve complicado decir que este abril fue un buen mes en lo que hace a empleo.
Podemos entonces pensar en el acumulado de empleos en el año. Así, en lo que va de 2019 se han añadido 299,562 empleos formales. El dato correspondiente a 2018 es 455,651 y el de 2017 es 404,459.
Los organismos que proveen información, como el INEGI y el IMSS, tienen una responsabilidad con los datos. Tienen que cuidarlos, procurar su difusión adecuada y oportuna, y presentarlos de la forma menos sesgada posible. El INEGI, por ejemplo, tiene un calendario de difusión de información que se respeta. Los interesados en esa información están atentos para poder generar los análisis –y opiniones- conducentes. El IMSS, por el contrario, no tiene ese calendario en la publicación de las cifras de empleo formal. Las suele publicar a mediados del mes siguiente, pero sin día ni hora específica. En este mes en particular la publicación fue más tarde de lo habitual sacando la información un sábado en la noche, día y hora no típicamente laboral.
Por otro lado, el IMSS no solo presenta la información, sino que la interpreta. Selecciona datos y escoge periodos para sacar promedios y así sugerir si los datos son mejores o peores que otros. Así se presentó en esta ocasión la cifra de empleo:
Siguiendo el ejemplo del IMSS nos pusimos a jugar con los datos. Si tomamos los últimos diez años, de 2009 a 2018 (que es el periodo que el IMSS usa) y tomamos los siete años en los que Semana Santa cayó en abril vemos que el promedio es 26,451. En efecto, el dato de este abril es mejor. Ahora, si excluimos 2009 – que podríamos considerar excepcional por tratarse del año de la mayor crisis de la historia reciente- en el que se destruyeron 60,218 empleos, entonces el promedio es 40,896. Así, el dato de este abril no se ve tan favorecedor. Y si tomamos el mismo periodo, sin hacer consideraciones por cuando cae Semana Santa, el promedio de los últimos diez abriles –no incluyendo 2019- es 42,172.
De nada sirve darle vueltas a las cifras que al final del día muestran que la creación de empleo formal se está desacelerando en una clara tendencia. El ritmo de creación de empleo formal ha disminuido. Entre abril de 2018 y de 2019 se generaron 504,821 empleos, alcanzando un total de 20,378,927. Es un incremento de 2.5% en términos anuales. Es la menor tasa de crecimiento desde 2010. (Recomiendo ver los tuits de @David_S_Kaplan al respecto). La desaceleración está ahí.
Al mismo tiempo, la informalidad comienza a aumentar. En el tercer trimestre de 2018, la Tasa de Informalidad 2 fue 51.9%, en el cuarto fue 52% y en el primero de este año 52.6%.
Los datos están ahí para dar información que sustente la política pública y las decisiones privadas. El IMSS podría dar un paso sencillo, pero importante hacia la transparencia presentando el dato del mes que corresponda en una fecha específica –previamente determinada- y abstenerse de interpretar las cifras. Es un llamado respetuoso que contribuiría a un análisis más objetivo de las cifras. La única forma de mejorar y de ver hacia adelante es escuchar lo que los datos nos dicen.
* Valeria Moy es directora general de @MexicoComoVamos.