La productividad laboral puede ser medida como el valor de cada hora trabajada. Es un indicador que muestra qué tan eficiente se está siendo dado los recursos disponibles. Cuando la productividad laboral aumenta, significa que la producción aumenta sin que los recursos disponibles hayan cambiado.
La productividad laboral es uno de los factores más importantes para explicar la diferencia en el crecimiento económico entre los países. En México la productividad laboral a nivel nacional se mide por medio del Índice global de productividad laboral de la economía (IGPL), reportado por el INEGI de manera trimestral. El crecimiento de la productividad laboral también es reportado por tipo de actividad económica.
En las actividades primarias se puede notar la mayor volatilidad en la productividad, y en el segundo trimestre de 2016 reportan un crecimiento anual en productividad de 5.3% respecto al mismo trimestre del año anterior. No obstante este crecimiento, las actividades primarias representan apenas 3.1% del Producto Interno Bruto nacional. Por otro lado, la productividad de las actividades secundarias, donde se incluyen tanto la producción manufacturera como la construcción y minería, y cuya aportación al PIB nacional es de 37.4%, ha mostrado tasas de crecimiento decrecientes de manera constante trimestre tras trimestre. Al segundo trimestre de 2016, estas decrecieron en 4.1% respecto al mismo periodo del año anterior. Finalmente, la productividad laboral de las actividades terciarias, donde se encuentran contabilizados los servicios y el comercio, decreció en 0.5% durante el segundo trimestre del año, y el sector representa 62.1% del PIB del país.