El problema por el cual México no crece queda claro al analizar cómo se han comportado cada uno de los componentes de la producción en los últimos trimestres. México no crece porque el consumo y la inversión privada crecen poco, y la inversión del gobierno está en la lona.
Se esperaba que en 2014 México creciera a una tasa del 3.9%, ahora SHCP dice que será al 2.7%, pero la mayoría de los expertos estiman sólo 2.5%. El 2.7% suena alto luego de que nos diéramos cuenta de que en el primer y segundo trimestres de 2014 sólo crecimos 0.4% y 1%, respectivamente (tasa trimestral, ajustada por estacionalidad, precios constantes). Muy poco.
Si algo dicen todas estas cifras es una cosa: México no crece. Pero hay quien sí. China espera que su producción en 2014 sea 7.5% superior a lo que produjo en 2013, e India y Malasia estiman crecer por arriba del 5%.
Crecer al 2.7% en 2014 significa que por cada 100 pesos que los mexicanos produjimos en 2013, ahora produciremos sólo 2.5 pesos más, es decir $102.5 en 2014. Una economía que crece es una economía que produce más de lo que lo hacía el año pasado. La clave pues, es producir. Producir más que antes.
La teoría económica del crecimiento es muy clara. Hay tres componentes que determinan cuánto produce un país y por tanto, cuánto crece: (1) lo que se produce para ser consumido en México (e.g. bienes y servicios), (2) lo que se produce para ser invertido (e.g. construcción de carreteras, maquinaria y equipo para empresas) y (3) lo que se produce para vender en el extranjero (lo que exportamos quitando lo que importamos). Lo que se consume y se invierte, puede a su vez dividirse en dos partes. Lo que consume e invierte el gobierno, y lo que consume e invierten los privados.
Lo que importa para crecer es que cada uno de estos tres componentes de la producción crezca y que crezca más el componente que más grande sea.
En México, el componente más importante de la economía es el consumo privado (67% de la producción), seguido por la inversión privada (17%) y el consumo de gobierno (11%) (2T-2014, series originales, precios constantes). Entonces, lo que queremos para crecer es mayor consumo y mayor inversión.
El problema por el cual México no crece queda claro al analizar cómo se han comportado cada uno de los componentes de la producción en los últimos trimestres. México no crece porque el consumo y la inversión privada crecen poco, y la inversión del gobierno está en la lona.
Primero, México no crece porque el consumo privado, que explica más de dos terceras partes de todo lo que se produce en México, sólo crece al 1.2% (2T-2014, Series Originales, Variación anual). Éste ha venido a la baja desde abril del 2013.
Sin embargo, se espera que durante el segundo semestre de 2014 el consumo privado se recupere e incluso, ya vemos algunos síntomas de ello. Por ejemplo, la tasa de desempleo en agosto fue un poco menor a la que se esperaba, y las ventas al por mayor aumentaron en 5% en julio, lo que representa una recuperación importante.
El consumo público parece más robusto, creciendo al 2.1% y al 2.8%, pero ello sólo porque se le compara contra 2013, año que fue particularmente bajo.
Segundo, México no crece porque la inversión privada es poca y la de gobierno incluso se encuentra en números rojos. De abril a junio de este año la inversión de gobierno cayó -8.3% (2T-2014, Series Originales, Variación anual). La inversión de gobierno ha sido negativa en cinco de los últimos seis trimestres, y la inversión privada en 2 de seis.
Las caídas en inversión pública son particularmente preocupantes porque, aunque la inversión de gobierno sólo representa el 4% del PIB, este tipo de inversión es muy importante para el resto de la economía. El gobierno es uno de los pocos actores que invierte en crear infraestructura pública o de amplio acceso como son carreteras, hospitales y escuelas que le sirven a todos los mexicanos para mejorar su productividad, educación, salud, educación y conectividad. Hay muchos servicios que para ningún privado sería costeable proveer y que por ello sólo pueden ser creados por el gobierno.
Queda claro. Para crecer es necesario aumentar el consumo privado lo que requiere más y mejores empleos que le den a los mexicanos la certeza de que tendrán un flujo continuo de ingresos a fin de mejorar su confianza en consumir. Y para crecer es necesario tener una inversión pública y privada sólida, pero sobre todo calidad.