En el blog de México, ¿Cómo Vamos? en Animal Político.
La profundidad del rezago en Oaxaca
Por: Valeria Moy (@ValeriaMoy)
Esta semana iniciamos una serie de artículos para mostrar la realidad económica de los estados que tienen elecciones en junio próximo, dando una perspectiva de los resultados que han tenido en materia económica en la última administración y de los problemas y oportunidades que enfrenta cada uno. Hablaremos de crecimiento, pobreza, desigualdad, informalidad; variables que afectan la calidad de vida de los habitantes e inciden en el desarrollo del país. Empezamos con Oaxaca.
“Oaxaca vive las contradicciones propias de una sociedad con una fuerte tradición histórica y un magro desarrollo económico”.
Gabino Cué, Gobernador de Oaxaca, 1 de diciembre de 2010.
Gabino Cué Monteagudo empezó su mandato como gobernador de Oaxaca en 2010. Cué fue candidato en las elecciones de 2004, en las que resultó electo Ulises Ruiz. Después de esa primera candidatura, volvió a competir en las siguientes elecciones en la coalición Unidos por la Paz y el Progreso, formada por el PAN, PRD, Convergencia y PT, en la que ganó. Fue presidente municipal de Oaxaca de Juárez entre 2002 y 2004 y senador por su estado a partir de 2006.
Su mensaje al pueblo de Oaxaca el día de inicio de su administración fue emotivo y conciliador. Puso énfasis en la paz, en la transparencia, en el respeto a la ley y a los derechos humanos. Habló de los niños y las mujeres, de equidad y de acceso a la educación.
En lo económico, Cué señaló que haría de Oaxaca un “estado modelo en el desarrollo humano y social sustentable” y también que lograría cambios reales que no se quedarían en promesas. Específicamente, dijo que promovería la industrialización para que las pequeñas y medianas empresas se integrasen a cadenas productivas y la creación del Consejo Económico para el Desarrollo Competitivo de Oaxaca, mismo que se formalizó en marzo del siguiente año con la presencia del entonces Secretario de Hacienda, Ernesto Cordero. La idea de este Consejo era permitir que el sector empresarial contara con el apoyo gubernamental para beneficiar al pueblo de Oaxaca a través de la inversión y la creación de empleos.
La producción de Oaxaca ha crecido en los últimos cinco años, 2.9% en promedio anual, aproximadamente igual al crecimiento del país. Ha crecido más que sus vecinos Chiapas, Guerrero y Veracruz e igual que Puebla, pero por debajo de Jalisco.
El crecimiento no ha sido, por mucho, el necesario para mejorar los indicadores de pobreza del estado. Oaxaca es el tercer estado con mayor pobreza en el país: los últimos datos muestran que el 59.9% de la población oaxaqueña se encontraba en pobreza laboral al cuarto trimestre de 2015, es decir, casi el 60% de la población oaxaqueña no puede adquirir una canasta alimentaria básica con su ingreso laboral. Al inicio de la administración, era el 60.7%. Tal vez haya habido una ligera mejoría en términos porcentuales, pero sin duda no ha sido la suficiente para lograr un cambio que mejore la condiciones de vida de los oaxaqueños, uno de los objetivos plasmados en el discurso de toma de protesta.
Hay menos porcentaje de la población en pobreza, pero hay más pobres. En 2010, había 2,347,942 personas en pobreza. Hoy hay 2,403,365. Más de 55 mil pobres adicionales en cinco años. Sin duda, es uno de los temas urgentes del estado.
Oaxaca figura entre los estados más desiguales, el tercero con mayor coeficiente de Gini de los ingresos laborales de los hogares. Pero en este periodo logró reducir su coeficiente de Gini de 0.466 a 0.452 (índice entre 0 y 1, mientras más cercano a 0, más igualdad), más de lo que se redujo a nivel nacional, actualmente en 0.401. No es un tema exclusivo de Oaxaca, pero eso no lo hace menos importante o menos urgente de atender.
La generación de empleo formal está rezagada. En México, ¿Cómo Vamos? estimamos que Oaxaca tiene que generar 38,600 empleos formales anuales para darle cabida a quienes se van integrando a la población económicamente activa. Oaxaca sólo ha creado 6,450 empleos formales en promedio al año, únicamente el 16.7% de lo necesario para poder crecer de forma sostenida. Oaxaca es el segundo estado con más trabajadores en la economía informal, el 72.9% se encuentra en esa situación. No sólo es un porcentaje alto, sino que ha aumentado, en el 2010 era 71.7%. Para tener un referente, a nivel nacional el 53.4% de los trabajadores es informal. El empleo informal es menos productivo, la productividad de un oaxaqueño promedio es, hoy en día, 363 pesos por hora trabajada, solo por arriba de Chiapas cuya productividad es de 269 pesos por hora.
En la apertura de su campaña, Cué señaló que revisaría la deuda del estado. En 2010, la deuda que Oaxaca reportó a la Secretaría de Hacienda era 4,615 millones de pesos. Hoy es 13,175 millones. Un incremento de 185.5% en menos de seis años. No es un tema menor, menos en año electoral y sin duda un tema que seguirá presente en los años próximos.
Oaxaca es un estado lleno de historia, de arte, de cultura, pero está profundamente rezagado. Su PIB per cápita, 65,865 pesos, no es ni la mitad del promedio nacional, de 136,214 pesos.
El 5 de junio elegirá nuevo gobernador. Quizás ha habido algunos avances en materia económica, pero no son los suficientes para mejorar la perspectiva de Oaxaca. Para poder sacar a Oaxaca de este estancamiento de décadas, quien sea electo tendrá que tener las prioridades claras. Pendientes hay muchos. Ojalá que los candidatos tomen en serio la realidad económica del estado que quieren gobernar y tomen medidas que fomenten el desarrollo y la inclusión de la población. Que logre cambios reales que no se queden en promesas.
* Valeria Moy es directora de @MexicoComoVamos y profesora de Economía en el ITAM.