Por: Ana Gutiérrez (@AnaBee92) y Valeria Mendiola (@ValeMendiola)
Por: Ana Gutiérrez (@AnaBee92) y Valeria Mendiola (@ValeMendiola)
Ciudad de México tiene muchos indicadores económicos positivos. Es el estado con mayor peso en el PIB nacional, 17.2 %. Es también el estado con mayor recepción de inversión extranjera directa (IED). Durante 2016 recibió casi 6 mil millones de dólares por IED, equivalente al 20 % de la IED de todo el país. Además, es el quinto estado con menor pobreza y menor pobreza extrema; 27.6 % y 1.8 % de la población están en esta condición respectivamente.
Sin embargo, Ciudad de México también tiene numerosos temas sin resolver que resultan en obstáculos a la actividad económica. La congestión vehicular es uno de ellos. Existen varios estudios que reflejan la preocupante situación del tráfico en CDMX. Entre ellos están el publicado hace pocos días por la empresa INRIX y el de la empresa TomTom.
Específicamente, el análisis publicado por la empresa INRIX, llamado Global Traffic Scorecard, analiza el flujo de tráfico y congestión en 1,360 ciudades en 38 países. En el caso de México se analizan 82 ciudades, entre las cuales Ciudad de México es la ciudad más congestionada del país y la número 21 a nivel mundial. Igual de preocupante es la disparidad, la cual es evidente al comparar a la capital con otras ciudades de México. Matamoros, la segunda ciudad más congestionada del país de acuerdo con este estudio, ocupa el lugar 152 en el mundo.
El análisis de la empresa TomTom es aún más desalentador. De acuerdo con su estudio, TomTom Traffic Index, Ciudad de México es la ciudad cuya población pasa más tiempo en el tráfico a nivel mundial. En promedio, una persona destina 59 minutos adicionales diarios en transportarse, equivalentes a 227 horas al año.
Las cifras no sorprenden. Han sobrado las promesas de campaña desde hace años en torno a las mejoras en movilidad y la disminución del tráfico en la Ciudad de México. Sin embargo, las acciones han sido insuficientes. El nuevo reglamento de tránsito publicado en agosto de 2015, por ejemplo, no ha impedido que haya coches estacionados en doble fila, ni que microbuses recojan pasajeros a la mitad de las vialidades. Ante este escenario, además de las quejas diarias de los habitantes, la congestión vehicular repercute en la productividad de CDMX de manera preocupante.
De acuerdo con el Semáforo Económico Estatal de México, ¿cómo vamos?, CDMX es el segundo estado más productivo en el país, únicamente después de Campeche, cuya alta producción de minería petrolera le otorga un alto valor al PIB estatal. Al tercer trimestre de 2017 se generaban $349 pesos por hora trabajada en la capital del país. En cuanto a las horas trabajadas en la ciudad en 2017, la cifra fue de 2 mil 014 horas trabajadas en promedio por persona ocupada en el año. Considerando que el trabajador promedio pasa casi 1 hora diaria en el tráfico, esto representa 11.3 % del tiempo que pasa en la oficina. En caso que se destinaran esos 59 minutos adicionales por persona empleada al trabajo, se podrían producir casi $80 mil pesos adicionales por trabajador al año.
Se trata de un análisis simple con base en cálculos generales, pero otorga una perspectiva amplia sobre la pérdida en productividad que la capital del país podría estar enfrentando debido a la falta de urgencia con la cual se ha enfrentado el tema. Esto es, además, sin considerar otros factores relacionados con seguridad, como la mayor vulnerabilidad a asaltos a la cual se enfrenta la gente al estar en medio de embotellamientos.
Ojalá que los candidatos a gobernar la Ciudad de México a partir de 2018 se tomen en serio la problemática, y destinen tiempo a la creación de propuestas concretas y factibles. Ojalá que además de proponerlas, verdaderamente sean ejecutadas. Pero más que nada, ojalá que los habitantes de esta metrópoli exijan dichas propuestas, las cuestionen y demanden su implementación.