Publicado en Animal Político.

I.-

Durante el primer año de un nuevo gobierno la economía crece menos que en el último de la administración anterior. 

En el 2000, último año de Zedillo, la economía creció 4.94 por ciento. En 2001, primero de Fox, decreció 0.4 por ciento. 

En 2006, último año de Fox, el crecimiento fue 4.50 por ciento. En 2007, primero de Calderón, fue 2.29. 

En 2012, último año de Calderón, la economía creció 3.64 por ciento. En 2013, primero de Peña Nieto, creció 1.35 por ciento. 

En 2018, último año de Peña Nieto, la economía creció 2.00 por ciento. Para 2019, primero de López Obrador, según la media de las respuestas de la encuesta del Banco de México sobre las expectativas de los especialistas en economía del sector privado, correspondiente a julio, la economía crecerá 0. 79 por ciento, lo cual confirmaría lo dicho: durante el primer año de un nuevo gobierno la economía crece menos que a lo largo del último de la administración anterior. Este hecho ha llevado a defensores de la 4T a justificar el bajo crecimiento del primer semestre: 0.2 por ciento contra 2.5 de 2018.

La desaceleración de la economía al inicio de este sexenio, ¿está dentro de lo normal? Hagamos cuentas.

II.-

En 2001, primer año de Fox, la tasa de crecimiento de la economía (menos 0.40 por ciento), resultó 108.10 por ciento menor que la del 2000, último año de Zedillo (4.94 por ciento).

En 2007, primer año de Calderón, la tasa de crecimiento de la economía (2.29 por ciento), resultó 49.11 por ciento menor que la del 2006, último año de Fox (4.50 por ciento).

En 2013, primer año de Peña Nieto, la tasa de crecimiento de la economía (1.35 por ciento), resultó 62.91 por ciento menor que la del 2012, último año de Calderón (3.64 por ciento).

Para 2019, primer año de López Obrador, se espera que la tasa de crecimiento de la economía (0.79 por ciento), resulté 60.50 por ciento menor que la de 2018, último año de Peña Nieto (2.00 por ciento), resultado no tan malo como el que se obtuvo con Fox (108.10 por ciento) y Peña Nieto (62.9 por ciento).

En promedio, para los tres sexenios anteriores (Fox, Calderón, Peña Nieto), el crecimiento de la economía durante el primer año de cada administración resultó 73.33 por ciento menor que a lo largo del último del gobierno anterior. Suponiendo que la economía crezca 0.79 por ciento en 2019, la contracción en la tasa de crecimiento, respecto al 2018, será del 60.5 por ciento, por debajo del promedio de los tres gobiernos anteriores.

Entonces, ¿cuál es el problema?

III.-

El problema, para empezar, es el deterioro en las expectativas de crecimiento, según los datos de las encuestas del Banco de México. En la encuesta de noviembre, un mes antes de la toma de posesión de López Obrador, la expectativa de crecimiento para 2019 fue 1.97 por ciento. A partir de entonces, mes tras mes, la expectativa bajó, y en julio se ubicó en 0.79 por ciento, 1.18 puntos porcentuales menos, equivalentes al 59.89 por ciento. ¿Cuál es la causa del deterioro?

Una de las preguntas del Banco de México es ¿cómo considera la coyuntura actual para realizar inversiones directas, destinadas a la producción de bienes y servicios, variable con la que se mide el crecimiento? 

En la encuesta de octubre el 19 por ciento de los economistas encuestados respondió que era un mal momento. En la encuesta de noviembre el porcentaje subió a 59.

¿Por qué el cambio tan marcado de un mes a otro? Porque el 29 de octubre López Obrador decidió la cancelación de la construcción de NAICM en Texcoco, lo cual redujo la confianza de los encuestados.

En la encuesta de julio el 77 por ciento de los economistas respondió que el actual es un mal momento para realizar inversiones.

Según la misma encuesta el crecimiento promedio anual de la economía durante la primera mitad del sexenio será 1.47 por ciento. A lo largo de la primera mitad del sexenio anterior fue 2.48 por ciento. Si este último crecimiento fue malo, el primero resultará peor, por debajo del crecimiento promedio anual de la economía del 2001 al 2018 (2.3 por ciento), y lejos de la meta del cuatro por ciento que López Obrador se ha propuesto.