Por: Luis Foncerrada Pascal (@foncerrada)
En el blog de México, ¿Cómo Vamos? en Animal Político.
Senadores: cuidemos a los trabajadores
Por: Luis Foncerrada Pascal (@foncerrada)
La Unidad de Medida y Actualización, UMA, es la nueva medida que sustituirá al salario mínimo para ajustar multas y otras variables.
La forma de incrementar los montos del valor de multas, préstamos personales, hipotecas de INFONAVIT y FOVISSSTE y otro número importante de variables se hacía ajustando éstos, año con año, con el incremento del salario mínimo. Los montos de los créditos hipotecarios, definidos como cierto número de salarios mínimos, así se incrementan. Desgraciadamente también los saldos: lo que los trabajadores aún deben se incrementan igual; se le teme al incremento en el salario mínimo.
La iniciativa de que el salario mínimo no sea más la medida de actualización de las multas y de todas las otras variables es plausible. No debería detenerse el incremento del salario por errores de política fiscal o monetaria.
Así surge la Unidad de Medida y Actualización, UMA. Se propone como una medida desvinculada del salario mínimo, de tal manera que lo que suceda con el salario mínimo, se incremente lo que se incremente, no tenga una repercusión en las otras variables. Así, la UMA deberá seguir una regla propia. Salarios por su lado, UMA por el suyo.
La pregunta es cómo ajustar la UMA. La propuesta es que parta del mismo valor del salario mínimo, pues ahí estaba. ¿Y cómo la ajustamos en el futuro? ¿Qué regla le asignamos? La idea inmediata, pero poco pensada, fue ajustarla mediante el índice nacional de precios al consumidor (INPC). Pero ese índice es un promedio de dos inflaciones: 1) la inflación subyacente que recoge la tendencia de largo plazo de la productividad, de los costos y de las políticas monetaria y fiscal, y 2) lainflación no subyacente, que se integra con los precios administrados por el gobierno (la electricidad, gas, gasolina) y los precios de corto plazo muy volátiles de los alimentos como la cebolla, el jitomate, el limón, la carne, el huevo, el pollo.
Si la regla de actualización de la UMA es el INPC, entonces los pagos de un préstamo hipotecario también dependerán del precio del limón y el jitomate. Como en estos meses pasados, los que tengan un crédito hipotecario tendrán que pagar más si sube el precio del limón, o de la cebolla, o del huevo. Pero también las multas y otras variables dependerán de la escasez del jitomate. Es absurdo.
Mucho mejor para los trabajadores es indizar la UMA a la inflación subyacente.A menos que la política fiscal lleve a inflaciones altas, la inflación subyacentedeberá ser inferior a la no subyacente en el mediano y largo plazo. Esperemos que por la disciplina fiscal así resulte.
Los diputados de manera inusual, sin pasar por comisiones, en su última sesión del 2015, de prisa, decidieron que la UMA estaría indizada al índice nacional de precios al consumidor, al INPC. Esto es, los pagos por un crédito hipotecario dependerán del precio de los ingredientes del “pico de gallo”. Esto puede representar para un trabajador un pago adicional, en 20 años, si el diferencial observado por varios años entre estas inflaciones se mantiene, de hasta 30% para poder terminar de pagar su casa, y por supuesto, más años de pagos.
Este “impuesto” financiero adicional no ayuda a nuestros trabajadores para que tengan una vivienda, no los ayuda a reducir otras carencias.
El otro argumento, el de preservar el valor del balance de las instituciones crediticias, el de sus pasivos, que es el ahorro de los trabajadores sin crédito a expensas de los que ya lo tienen, tampoco es justo. Hay otras formas de resolver los balances con eficiencia y técnicas modernas. FOVISSSTE e INFONAVIT tendrán que hacer sus ajustes para cuidar a los trabajadores. INFONAVIT, con conciencia, ya inició una revisión de sus políticas.
Señores Senadores, por suerte los intereses de los trabajadores todavía pueden ser defendidos en el Senado. Aún no se aprueba en el Senado la indización de la UMA. Son ahora los Senadores quienes tienen la posibilidad de defender la calidad de vida de nuestros obreros. Indicémosla a la inflación subyacente, no al INPC. Los diputados fueron, al menos, negligentes.
* Director del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado y miembro del grupo de expertos de México, ¿Cómo Vamos?