El ingreso laboral per cápita, en términos reales, no ha recuperado los niveles precrisis 2008-2009. En promedio ha disminuido a una tasa anual de 1.5% de 2006 a 2015. Alcanzó su mayor nivel el segundo trimestre de 2007 con $1,942 pesos mensuales, a partir del cual empezó una tendencia decreciente hasta llegar a su punto más bajo el cuarto trimestre de 2014, $1,576 pesos mensuales. En el último año mostró una recuperación y se colocó, al final de 2015, en $1,662 pesos mensuales. El análisis por localidad arroja tendencias diferentes entre zonas urbanas y rurales. Por un lado, en las zonas urbanas el ingreso laboral per cápita mensual ha disminuido en 1.2% anual promedio de 2006 a 2015, y por otro lado, en las zonas rurales ha aumentado en 1.7% anual promedio en el mismo periodo. Los factores detrás de esta dinámica pueden ser diversos, desde transferencias gubernamentales hasta cambios en productividad laboral; sería necesario un análisis más profundo para determinarlos. El ingreso laboral per cápita se mide a precios constantes del 2010 a través de lo reportado en la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del INEGI, cuyos resultados son retomados por el CONEVAL.