En el blog de México, ¿Cómo Vamos? en Animal Político.

¿Importan las expectativas?

Por: Magdalena Barba

La mayoría o, más bien, todas las decisiones de los individuos, las empresas y el gobierno son tomadas bajo la incertidumbre de lo que sucederá en el futuro, por lo que para poder explicar el comportamiento de los agentes económicos hay que tomar en cuenta las expectativas del futuro de las variables que afectan sus decisiones.

Durante las últimas semanas hemos leído y escuchado las expectativas de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) mundial, de la inflación esperada, del tipo de cambio, de desempleo, entre muchas otras. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, el Banco de México, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, entre muchos otros, han publicado sus pronósticos sobre estas variables. En la siguiente tabla se muestra la principal variable que les interesa a los agentes económicos para tomar las decisiones -la tasa de crecimiento del PIB-, para el mundo, algunas regiones y algunos países.

Sabemos también que de acuerdo a los pronósticos de diferentes organismos la inflación esperada en México se encuentra entre 2.8 y 3.4 por ciento, inferior a la esperada en otros países como Brasil -que se espera tenga una inflación alrededor del 6 por ciento- Rusia y a la región de América Latina y el Caribe, pero superior a la de Estados Unidos de América y a la de Zona Euro. Mientras, la OCDE y el Banco Mundial esperan que el PIB en México crezca por arriba de Brasil -que seguirá sumido en una recesión- Rusia y la Zona Euro, pero por debajo China e India. Por último, es interesante observar cómo las expectativas de crecimiento del PIB y las de inflación del Banco de México y de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público no tienen una gran variación con la publicada por los organismos internacionales.

¿Por qué les interesa tanto a los agentes económicos conocer los datos esperados de estas variables?

Un ejemplo del interés por estos datos es la decisión de inversión que enfrentan los empresarios. Ellos pueden observar perfectamente los precios de los productos, de los factores de la producción y los costos de inversión en el período presente, pero no pueden prever lo que sucederá en un futuro con los principales factores que afectan a su inversión. Así, los cuestionamientos necesarios corresponden a ¿cómo poder calcular en cuánto aumentará o disminuirá la demanda del producto que desean producir? y ¿cuánto se espera que se incrementen los precios de los artículos que venden y de los factores de producción que utilizan? De ahí que los datos publicados por los organismos internacionales y nacionales les dan información que les ayuda a tomar decisiones trascendentales para las empresas.

Lo anterior incide en el aspecto subjetivo de los empresarios, quienes revelan “la confianza” a todas aquellas variables diferentes a las que se calculan racionalmente, pero que son fundamentales para poder tomar la decisión de si invertir o no, a lo que Sir John Maynard Keynes -al explicar las decisiones de inversión- se refería con el término de “espíritus animales”. Por esto hay que revisar cuidadosamente las expectativas de crecimiento e inflación de las diferentes agencias, para utilizarlas de manera eficiente y así, tomar la mejor decisión de inversión posible.

* Magdalena Barba es Licenciada y Maestra en Economía por el ITAM. Desde 1986, ha sido profesora del Departamento de Economía del ITAM tanto a nivel licenciatura como en posgrados. Actualmente es coordinadora de la materia de Economía I en el ITAM. Fue distinguida con el Premio al Mérito Profesional en el sector académico en 2010. Es coautora de una serie de libros de economía para niños. Magdalena Barba forma parte del grupo de expertos de @MexicoComoVamos.