Álvaro Rodríguez Arregui
Publicado en el blog de México, ¿Cómo Vamos? en Animal Político.
Actitud emprendedora
Por: Álvaro Rodríguez Arregui
¿Por qué es importante que en México todos tengamos una actitud emprendedora? ¿Por qué es importante que en las universidades en México incluyamos el emprendedurismo y las nuevas tecnologías en los programas de estudio?
Si comparamos la evolución de las 100 empresas más importantes de nuestro vecino del norte (las Fortune 100) con las 100 empresas más importantes de México (las Expansión 100) vemos que en los últimos 20 años en Estados Unidos han salido de esta selecta lista más del doble de empresas que las que han salido de México – 30 y 14 respectivamente. Y lo más importante a resaltar es que, hace 20 años, las industrias más relevantes entre las 100 empresas más importantes de EUA estaban relacionadas con servicios financieros, comercio y petróleo. Hoy están en salud, servicios financieros, comercio y tecnología. Esto indica una profunda transformación de la economía estadounidense.
En cambio, en México las industrias predominantes entre las 100 empresas más importantes siguen siendo las mismas: comercio, alimentos y bebidas, automotriz y conglomerados. Esto nos muestra lo poco que se ha transformado nuestra economía. No solo eso. En México, las industrias líderes son industrias que tienen más de 100 años. La economía mexicana no solo no se ha transformado, sino que además está basada en industrias viejas.
Cuando analizamos las marcas más valiosas en México versus EUA encontramos un fenómeno similar. Hace 10 años solo una de las cinco marcas más valiosas del mundo era de tecnología (Microsoft). Hoy, las cinco marcas más valiosas pertenecen a este sector. Sin embargo, en el caso de México, ninguna de las cinco marcas más valiosas es de tecnología.
Cuando comparamos la evolución de la conformación de las 100 empresas más importantes en ambos países, así como las marcas más valiosas, una gran diferencia entre Estados Unidos y México es que las nuevas empresas que han ocupado estas listas en EUA son principalmente esfuerzos emprendedores como Google, Amazon y Facebook. En México, ha sido principalmente crecimiento de empresas en industrias establecidas, como Telcel, Cemex y Bimbo, o la entrada de multinacionales a nuestro país.
También la transformación digital de México versus Latinoamérica ha sido más lenta. Por ejemplo en México las ventas de comercio electrónico como porcentaje del total del comercio son la mitad que Brasil (2 % en México versus 4 % en Brasil).
Pero hay señales que la economía mexicana se empieza a transformar de manera acelerada hacia una economía más digital. Por ejemplo, el crecimiento de comercio electrónico en México es el más alto en Latinoamérica con 18 % de crecimiento versus 11 % en Brasil. También el crecimiento de utilización de teléfonos inteligentes es el más acelerado en Latinoamérica con un crecimiento anual de 20 %. Según la Asociación Mexicana de Comercio Electrónico, la utilización de estos dispositivos para adquirir productos y servicios en línea está llegando al 50 %. En las empresas del portafolio de IGNIA, los más del 80 % de sus usuarios acceden a sus servicios vía dispositivos móviles.
A las personas generalmente nos cuesta trabajo captar los procesos acelerados de transformación. Nuestro proceso de análisis incorpora el pasado para predecir el futuro y nuestra mente funciona de manera lineal.
Pero hay evidencia que nos dice que estamos en un punto de inflexión donde la evolución de la tecnología está por acelerarse y entrar en la pendiente vertical de la curva exponencial.
En el año 2000, con $1,000 dólares se podía comprar la capacidad de cómputo[1] por segundo similar al de un mosquito (100,000 – 105 – cómputos por segundo). Hoy, con un presupuesto similar se puede adquirir la capacidad de cómputo similar al de un ratón (10 mil millones – 1010 – de cómputos por segundo). Se estima que para el año 2030, con $1,000 dólares se podrá comprar la capacidad de cómputo del cerebro humano (mil millones de millones – 1015 – de cómputos por segundo) y para el año 2050, el mismo monto alcanzará para la misma capacidad de cómputo que toda la raza humana junta (10 septillones – 1025 – de cómputos por minuto).
Esta evolución exponencial de la tecnología está abriendo las puertas a nuevos productos y servicios y quienes están aprovechando el uso de una tecnología más barata y más potente son principalmente los emprendedores. Hoy la compañía operadora de taxis más grande del mundo tiene siete años de existencia y no tiene autos. La operadora de hoteles más grande del mundo tiene nueve años y no tiene cuartos. La compañía comercial más grande del mundo tiene 23 años y no tiene inventario. La compañía de medios más grande del mundo tiene 13 años y no produce su propio contenido. La casa de películas más grande del mundo tiene veinte años y no tiene cines. El panorama de negocios se está transformando rápidamente y depende de nosotros el incorporarnos a esa revolución.
De los modelos de negocios más innovadores en los últimos años son los conocidos como shared economy con empresas como Uber (especialmente Uber Pool) y Airbnb. Esto ha sido posible gracias a la inteligencia artificial que es una de las revoluciones digitales más interesantes y que se está dando por la acelerada capacidad de cómputo. Inteligencia Artificial está creando la posibilidad de que tengamos automóviles sin conductor. Un auto recorre aproximadamente 20 mil kilómetros por año. Un Uber pool sin conductor puede recorrer por año aproximadamente 15 veces eso y esto será una realidad a más tardar para el año 2025.
Con base en esta revolución, por la mayor utilización de los autos, Barclays estima que las 30 plantas que tienen Ford y GM en Norteamérica se van a reducir a 17; en México pasarán de cinco plantas a dos – i.e. menos de la mitad. La existencia de autos sin conductor va a transformar muchas más industrias como la de seguros y la de bienes raíces, entre otras.
Esto es solo un ejemplo de la velocidad que están tomando las cosas y como se están transformado las industrias de manera dramática. Y esta transformación la están logrando principalmente los emprendedores – generalmente no son las empresas establecidas.
¿Podemos darnos el lujo de seguir utilizando el pasado como mejor predictor del futuro? ¿Podemos darnos el lujo en no adoptar una actitud emprendedora hacia los retos y oportunidades del futuro?
* Yoshimi Muneta participó en la elaboración de este artículo.
[1] Por capacidad de cómputo de un cerebro se entiende por todos los procesamientos que tiene que hacer un cerebro; desde la decisión de hacia dónde moverse como mandar las instrucciones a cada célula para su funcionamiento.