21 de marzo de 2017

Artículo publicado en el blog de México, ¿Cómo Vamos? en Animal Político 

Veracruz en caos

Por: Valeria Moy (@ValeriaMoy)

El título de este artículo podría referirse a cualquier día de los últimos seis años en la vida de Veracruz. Robo tras robo, desastre tras desastre, tragedia tras tragedia. El terrible sexenio de Javier Duarte sumió al estado en una crisis de magnitudes que todavía no dimensionamos. Se abrió la cloaca, pero seguimos día tras día enterándonos de la porquería que hay ahí adentro.

Lo que pasa en Veracruz es un escándalo. No debería de normalizarse la noticia de los robos, de las muertes, de las fosas. Hubo indicios de la corrupción del ex gobernador desde los primeros días de su gobierno. Pero no importó. Lo dejaron crecer. Su partido lo protegió y su red de transas fue creciendo, al grado que su reemplazo, cuando éste decidió renunciar, le facilitó un helicóptero para su fuga.

El estado está hoy en una situación lamentable. Tendría todo para no estarlo. Veracruz es un estado con gran potencial productivo. Es el tercer estado con mayor población, únicamente después del Estado de México y la capital del país. Tiene diez puertos marítimos y cinco aeropuertos que le permiten un nivel de conectividad con el exterior que otros estados envidiarían. Tiene recursos naturales y tiene la capacidad. Sin embargo, ha sido presa de su mal gobierno y de la connivencia de las autoridades.

Pareciera una serie de terror que cada día tiene un nuevo capítulo sin que pudiéramos observar señal alguna de que terminará pronto. Mientras más se investiga, más se encuentra. Es en estos tiempos en los que la noticia se vuelva más necesaria que nunca.

Veracruz vivió elecciones para elegir gobernador el año pasado. Este año vivirá un proceso electoral quizás aún más intenso. Se elegirán los alcaldes de sus 212 municipios en medio de una profunda crisis política, económica y social. Pero para complicar más el escenario, en el 2018, el estado tendrá otra vez elecciones para gobernador. Son tres años continuos de elecciones. Tres años de gastos y derroches electorales y electoreros. Tres años de promesas, de demagogia y de tejer otras redes con otros intereses. Tres años que se perderán en un estado que no puede perder ni un minuto.

Veracruz sólo creció 0.9 por ciento en promedio anual durante la administración de Duarte. El estado tendría que crear 74,700 empleos formales al año, únicamente para capturar la población que se va incorporando a la población económicamente activa. Solo creó, en promedio, 6,970 por año. Solo en 2015, Veracruz destruyó 10,511 empleos formales y en el 2016, se perdieron más de 16 mil. Casi el 55 % de su población no puede comprar con el ingreso proveniente de su trabajo la canasta alimentaria mínima que sugiere el CONEVAL. Sin duda estos pésimos datos económicos palidecen cuando vemos la información de las muertes, de las fosas, de los desaparecidos.

¿En qué momento permitió el país que Veracruz se deteriorara de esta forma? ¿Hasta dónde llega la red de complicidad? Son preguntas que nunca tendrán una respuesta. Aunque quizás esa respuesta nos asustaría más que la realidad actual del estado.

* Valeria Moy es directora de @MexicoComoVamos y profesora de Economía en el ITAM.